Descubre cómo la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) fortalece la reputación, impulsa la sostenibilidad y genera valor, además de los riesgos del incumplimiento y el rol clave de las auditorías
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PARTE I
Acorde con el avance hacia la COP16, es necesario hablar de la Responsabilidad Social Corporativa y Empresarial en Colombia, la cual representa una valiosa oportunidad para que el país demuestre su liderazgo frente a ella aunado al trabajo desarrollado para la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.
Desde que se introdujo el término de responsabilidad social corporativa y empresarial en las organizaciones, hacia finales de la década de los 90 y como resultado de la globalización, éstos términos empezaron a utilizarse ampliamente como respuesta hacia las exigencias que el gobierno y/o las ONG propendían para proteger de alguna manera el medio ambiente, la biodiversidad, la misma sociedad y a sus miembros, dicho de otra manera “las empresas siempre gestionan de alguna manera recursos sociales y toda organización que gestiona recursos sociales tiene que devolver algo a la sociedad por ellos”. (Cortina, 2010, p.3).
Este fue el punto de partida, para que bajo el manto de la responsabilidad social corporativa (RSC) y la responsabilidad social empresarial (RSE), las organizaciones dedicaran parte de sus actividades y recursos para una reinversión en la sociedad y el medio ambiente, con el ánimo de impactar positivamente en las comunidades en las cuales desarrollan su actividad económica.
En Colombia actualmente no contamos con una reglamentación en lo referente a Responsabilidad Social Empresarial –RSE, lo más cercano que tenemos es lo referente a el artículo 333 de la Constitución Política de Colombia:
La actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de los límites del bien común. Para su ejercicio, nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin autorización de la ley (subrayado y negrilla nuestro)
La libre competencia económica es un derecho de todos que supone responsabilidades”.
La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica obligaciones. El Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el desarrollo empresarial”.
El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya o se restrinja la libertad económica y evitará o controlará cualquier abuso que personas o empresas hagan de su posición dominante en el mercado nacional.
La ley delimitará el alcance de la libertad económica cuando así lo exijan el interés social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación.”
No obstante, la RSE ya no se vislumbra como una serie de normativas que deberían garantizarse, sino como una estrategia de negocio, como el medio a través del cual una empresa puede transmitir sensaciones de bienestar y posicionarse por encima de otras, como un modelo de cambio, que no sólo se preocupa por su prosperidad, sino que aporta al bienestar colectivo.
La RSE ha venido tomando mayor fuerza en los últimos años alrededor del mundo y claramente Colombia también se ha adherido a ella. Uno de los temas que más llama la atención de la RSC y RSE en general, es el deterioro constante del planeta, donde gracias al fácil acceso a la información a través de la internet y a los contenidos que se comparten especialmente a través de redes sociales, las personas actualmente cuentan con la oportunidad de vislumbrar diferentes situaciones y puntos de vista, creándose así un nuevo tipo de consumidor, más preocupado por su entorno, mejor informado y más consiente del impacto que las compañías generan sobre su vida diaria, por lo cual, se les exige a éstas el cumplimiento de una serie de obligaciones en materia de:
- Gestión ambiental: Reducción de la huella de carbono, manejo adecuado de residuos, protección de los recursos naturales.
- Responsabilidad social: Respeto a los derechos humanos, condiciones laborales dignas, promoción de la equidad de género.
- Transparencia y rendición de cuentas: Divulgación de información ambiental y social, participación en iniciativas de sostenibilidad.
Al cumplir con estas disposiciones legales y regulaciones, las empresas no sólo contribuyen a la protección del medio ambiente y al bienestar de las comunidades, sino que también fortalecen su reputación y competitividad en un mercado cada vez más exigente, creando marcas de valor. Entre los casos para resaltar en Colombia están: reducción de emisiones y proyectos de reforestación, inversión en energía renovable, neutralidad del carbono, desarrollo de programas de educación financiera y sostenibilidad ambiental, implementación de gestión de residuos y estrategias climáticas, gestión sostenible del agua entre otros.
Por otra parte, el incumplimiento frente al compromiso de ser socialmente responsables con el consumo y uso de los recursos ambientales ha llevado a empresas colombianas al ojo del huracán, las cuales están siendo investigadas por el uso del agua, dado que extraían miles de litros sin restricciones, mientras que la población del país sufría por cortes periódicos en el servicio de este recurso y los campesinos de la zona eran golpeados por la sequía. Estos incidentes no solo generan costos legales y multas, sino que también impactan en la percepción y la reputación de una empresa.
A nivel internacional, se puede tomar como referencia la investigación BBC titulada: el lado oscuro de los perfumes de algunas de las grandes marcas de lujo (mayo 2024), donde se critica fuertemente la auditoría, pues en dicho artículo indican que “los sistemas de auditoría que utiliza la industria de los perfumes para controlar las cadenas de suministro son muy deficientes” dado que, a raíz de una investigación de campo realizada en Egipto, se descubrieron casos de explotación infantil en la recolección de jazmín, materia prima de los perfumes. Aunque las firmas de auditoría involucradas indican que hicieron salvedades al respecto a indicios de un problema de derechos humanos, finalmente, dieron verificación sobre que el aceite de jazmín provenía de una fuente responsable, y justamente aquí, se encuentran las llamadas situaciones organizacionales coercitivas, dado que, la gerencia o dirección de las organizaciones influye de manera tajante en los conceptos emitidos por los auditores en su campo de acción.
La RSE se ha convertido en una oportunidad, para que las empresas generen algo que va más allá del producto o servicio que ofrecen, es la oportunidad para generar valor social y reputacional. A partir de la RSE, las empresas se acercan a sus clientes, escuchan sus necesidades, y proyecta una nueva imagen que necesariamente va a repercutir en la manera en la que sus clientes los perciben a ellos y lo que ofrecen, el cómo impactan a la comunidad en la que están ubicados y qué le retribuyen a ésta.
Cabe mencionar que en la RSE no sólo juegan un papel importante los empresarios, sino también el Estado a través de los entes de control y firmas de auditoría, éstas últimas dada la responsabilidad que tienen los profesionales que avalan los informes de gestión y de sostenibilidad emitidos por las empresas, pues a ellos se allega gracias a la validación de la información, presentada en cifras financieras y actividades desarrolladas por las empresas.
Finalmente, consideramos que la RSE es un pilar importante y necesario para construir un futuro más sostenible y equitativo para generaciones futuras, por lo cual, las empresas en Colombia deben seguir trabajando incansablemente para generar un impacto positivo en nuestra sociedad y consolidar nuestro liderazgo en el sector creando sostenibilidad.
Elaborado por:
Yolima Perea Hurtado
Senior II de auditoría
Alfredo Lopez y CIA S.A.S. BIC
Heidaly Cuaces Mainguez
Contadora Pública
