La salida de EE. UU. del Acuerdo de París crea incertidumbre en el sector energético y desafía la transición hacia energías limpias. Descubre más sobre este impacto global.
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Los productores estadounidenses de petróleo y gas están con sentimientos encontrados respecto a la decisión del presidente Donald Trump de fomentar el desarrollo energético nacional, pero afirman que su decisión de retirar a Estados Unidos de la cooperación internacional sobre el clima no ayudará a sus planes de inversión en la transición mundial hacia una energía más limpia.
La postura refleja una rara nota de discordia entre Trump y las grandes petroleras, uno de sus electorados más importantes y considerado durante mucho tiempo el principal villano detrás del cambio climático por bombear y vender los combustibles fósiles que impulsan el calentamiento planetario.
La retirada por segunda vez de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático fue una de las medidas adoptadas por Trump el primer día de su mandato con el objetivo de aumentar la producción nacional de energía, que ya es récord, y enviar una señal al resto del mundo de que Estados Unidos ya no participará en los esfuerzos multilaterales para combatir el cambio climático.
Calificó el pacto de una década para limitar el calentamiento global de «estafa» que pone a Estados Unidos en desventaja competitiva frente a China.
Las grandes petroleras estadounidenses, sin embargo, creen que la retirada sólo limita la capacidad de Washington para influir en una transición energética mundial en curso y las expone a un entorno regulatorio desigual
Desde los gremios que representan a las empresas energéticas estadounidenses, la opinión de sus miembros es que habrían preferido que Trump mantuviera a Estados Unidos involucrado en el pacto, más sin embargo el sector privado está comprometido con el desarrollo de las soluciones necesarias para satisfacer las necesidades energéticas de una economía global en crecimiento, al tiempo que aborda el desafío climático
También desde el Instituto Americano del Petróleo, entre cuyos miembros se encuentran Exxon Mobil y Chevron se confirmó que el grupo apoya desde hace tiempo las ambiciones del Acuerdo de París, incluso había hecho una petición anticipada al recién elegido presidente en la cumbre del clima COP29 en Azerbaiyán en noviembre para mantener a Estados Unidos en el pacto de París, diciendo que el ciclo de salir y volver a entrar en el acuerdo crearía incertidumbre política a largo plazo para las empresas.
Exxon y otras grandes petroleras están planeando inversiones a largo plazo en tecnologías destinadas a luchar contra el cambio climático, como el hidrógeno verde y la captura de carbono, al tiempo que toman decisiones sobre nuevas prospecciones de petróleo y gas; Es fundamental que cualquier conversación sobre cómo abordar el cambio climático sea de naturaleza global, y también que se reconozca que Estados Unidos es el líder mundial tanto en producción de energía como en reducción de emisiones. El abandono del carbón por parte de la industria energética estadounidense ha contribuido a reducir en un 17% las emisiones de dióxido de carbono del país desde 2007, según datos estadísticos.
La retirada de Estados Unidos del Acuerdo Climático de París aumentará la ambigüedad regulatoria, creando una mayor complejidad y, potencialmente, conducirá a disputas legales a medida que las empresas lidien con la incertidumbre resultante en torno a las estrategias de transición a través de grupos multinacionales y cadenas de suministro.
En los últimos años, las grandes petroleras habían empezado a enviar ejecutivos a las conferencias anuales de la ONU sobre el clima, donde pregonaban sus inversiones en proyectos de energía limpia y sus recortes en las emisiones de sus operaciones.
Las industrias estadounidenses de todos los sectores siguen invirtiendo en nuevas tecnologías e innovaciones que impulsan la transición energética mundial de un modo que reduce las emisiones y protege la economía, la verdad es que se debería estar gritando esos hitos de éxito desde todos los lugares.