Un adecuado control interno hace la diferencia

El control interno puede ser un excelente aliado que permite identificar brechas en formalidad, funciones, estructuras, calidad, cumplimiento legal, costos y procesos. Prioriza acciones para mejorar la madurez del control interno, sin duda aporta gran valor a la organización.

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Para comprender e identificar en qué nivel de madurez de control interno se encuentra una organización, es necesario empezar definiendo el término “control interno” si bien puede tener varias definiciones tomamos la del El Marco Integrado de Control Interno – (COSO) que indica “Es un proceso llevado a cabo por el consejo de administración, la dirección y el resto de los empleados de una organización, diseñado con el objeto de proporcionar un grado de seguridad razonable en cuanto a la consecución de los objetivos relativos a las operaciones, a la información y al cumplimiento”  y como todo proceso para lograr ser optimo, tiene unas etapas, las cuales están  determinadas por las acciones que desde el consejo de administracion y dirección implementan para cerrar las brechas.

Es aquí donde toma gran importancia, evaluar en qué nivel de madurez está el control interno de la organización, que puede ser (inmaduro, repetitivo, definido, maduro u optimo) y para eso se debe evaluar los siguientes aspectos:

  • Tipos de controles (preventivos, detectivos o correctivos)

  • Se mide la eficiencia operativa de los controles.

  • Se encuentran los controles debidamente documentados y soportados.

  • Están correctamente asignados (responsables consientes de la ejecución).

  • Existe la debida supervisión y monitoreo del cumplimiento.

  • Existen indicadores claves de desempeño.

  • Hay una cultura de autocontrol.

  • Se encuentran automatizado los procesos.

El resultado de este análisis nos debe permitir obtener una hoja de ruta que priorice las acciones a implementar para avanzar en el nivel de madurez del control interno, permitiendo cerrar las brechas existentes en aspectos como: formalidad y definición de perfiles de cargos, manuales de funciones, procedimientos y políticas, definición de estructuras organizacionales, segregación de funciones, deficiencias en la calidad, incumplimientos de ley, sobrecostos de la operación o deficiencias en los procesos que generen incorrecciones en los estados financieros y de esta manera aportar valor a la organización en la consecución de los objetivos.

Elaborado por:

Maria Cristina Parrado.

Senior de Auditoría Interna.

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