Explora cómo la inteligencia artificial no solo transforma tareas, sino que también desafía el valor que damos al pensamiento crítico y la autonomía humana en las organizaciones.
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Los temores sobre la inteligencia artificial tienen menos que ver con la sustitución de las personas y más con la disminución del valor de las capacidades humanas,
El compromiso con la inteligencia artificial (IA) se centra en los beneficios prácticos que pueden derivarse de su uso, pero a muchas personas les preocupa que la IA pueda disminuir el valor de habilidades humanas como el pensamiento crítico.
El compromiso actual de la gente con la IA refleja un enfoque práctico. La mayoría no está interesada en la IA en sí misma; quieren saber cómo puede ayudarles a cumplir sus objetivos, pero hay límites claros en torno a dónde la gente se siente menos cómoda adoptando la IA.
Según estudios realizados en diferentes regiones del mundo acerca de cómo se sienten los empresarios respecto al uso de la IA y su beneficio 68 empresas de cada 100 en promedio se siente cómoda con la IA que dominan actualmente, esta cifra se ubica podríamos decir entre el escepticismo y el optimismo. En comparación con las regiones con niveles de compromiso o que se sienten cómodos con lo que manejan del IA que serían puntuaciones de 75 o más, entre las que se incluyen India (88), China (88), Emiratos Árabes Unidos (87), Arabia Saudí (86), Corea del Sur (79) y Brasil (76).
Los usuarios son decididos y se dejan llevar por los beneficios de esas herramientas. La mayoría de la gente (82%) ya utiliza la IA para mejorar su forma de vivir y trabajar; En la actualidad, la IA se utiliza con más frecuencia para tareas sencillas y orientadas a la eficiencia, en las que la finalidad de la aplicación es muy específica.
Sin embargo, el 57% de las personas se sienten cómodas utilizando esas herramientas, lo que está creando una brecha de adopción, un espacio entre lo dispuestas que están las personas a utilizar la IA y lo que realmente hacen. El temor no es tanto a que la IA sustituya a las personas, sino a que disminuya el valor del pensamiento crítico, la toma de decisiones y la autonomía de las personas.
La familiaridad aumenta la comodidad y la confianza
Las personas que utilizan la IA suelen estar más dispuestas a explorar su potencial en otras aplicaciones, fomentar la curiosidad en torno a la IA consiste en comprender las motivaciones para utilizar esas herramientas, reconoce el informe, y las organizaciones deben centrarse en cómo diseñar herramientas que se adapten a las necesidades de los empleados.
Las empresas y sus directivos deben entender sobre el potencial de la IA que al estar en proceso de implementación y de capacitación a los empleados también es importante darles voz en la manera como la IA va a influir en su desempeño y delimitar las actividades de cada uno.
Esto será valioso si todo el mundo tiene voz y tiene algo de experiencia en su haber y puede hablar con credibilidad sobre los riesgos que quieren mitigar en sus proceso y los beneficios que todo empleado quiere obtener de la IA, Es un gran indicador del trabajo en equipo porque muchas de las personas que están viendo los beneficios de la IA no sólo están en puestos de liderazgo de alto nivel, sino también aquello trabajos de nivel básico del día a día.
La incomodidad también radica en los temores en torno a la agencia y la privacidad
El objetivo de que la IA desempeñe un papel más importante en las organizaciones es común, pero muchos quieren que las personas sigan estando a cargo de la toma de decisiones, aun desconfían de la capacidad de la tecnología emergente para erosionar la agencia humana
La gran mayoría de los usuarios se sienten cómodos con la inteligencia artificial para predecir situaciones de emergencia y proteger contra el fraude. Pero en ámbitos en los que la IA podría mejorar la eficiencia, como la evaluación de reclamaciones de seguros o fraudes, los niveles de comodidad están ligeramente por debajo de la media
Las preocupaciones de las agencias también están relacionadas con la privacidad de los datos, muchos no quieren que la IA sustituya por completo al juicio humano en interacciones personales de alto riesgo, menos de la mitad se siente cómodo con que las empresas utilicen sus datos personales para hacer recomendaciones personalizadas de productos o servicios.
Para las organizaciones, el éxito depende de cómo la IA puede amplificar la acción humana en lugar de socavarla, La oportunidad radica en garantizar que la IA apoye la conexión humana en lugar de reemplazarla, ayudando a las personas a sentirse más seguras en el uso de la IA al tiempo que crea formas significativas para que las personas interactúen, aprendan y crezcan.
